Estuvimos el año pasado, pero inmediatamente iniciaron refacciones. Ahora está renovado, luce muy bien. Silloncitos cómodos en la terraza, en pleno centro, en la Plaza Prat. Muy bien atendido, rico café, tostadas con manteca y dulce, sanguches, en fin, un agradable lugar, muy tranquilo, en pleno centro, para pasar un rato apacible.